4 feb 2010

Cosas que nunca dijimos I

En casa de Carolina Mártel
Hoy os traigo la primera entrega de una de las secciones del blog que más interés tengo en que salga bien. Se debe a que los viernes no trabajo en la gestoría y tengo toda la santa mañana libre. A las 5 empieza mi jornada de acomodadora en un cine y sí, ahí si está mi compañero T. Antes de hablaros de esta primera entrega de la sección quería que reflexionáramos juntos sobre mis dos empleos:

Empleo 1: oficinista en una gestoría.
Empleo 2: acomodadora en un cine.

¿No son los dos empleos más antagónicos que habéis visto en vuestra vida? De luneas a jueves en el primero, de viernes a domingo en el segundo... Sin duda lo más difícil fue compaginar los horarios de ambos, pero una vez se le coge el tranquillo... Ya os contaré aventuras que pasan en el cine, porque es muy emocionante (sin duda también gracias a T) que la gestoría, os lo aseguro.

Y ahora sí, una vez aclarado el por qué de mi presencia en mi pisito de soltera virtual a estas horas... comenzamos:

Cosas que nunca dijimos I
Primero de todo, espero que los chicos se apliquen el cuento porque igual que mi querido Jordi ha ilustrado en esta viñeta a dos chicas, podría haberlo hecho exáctamente igual con dos chicos). ACLARACIÓN: utilizo los dibujos de Jordi Labanda porque me encantan, pero generalmente, nada de lo que digan los personajes en la sección equivale a lo que dicen los personajes reales.

La situación es la siguiente: una amiga (o un amigo) viene a hablarte de un chico (o una chica) que conoció cierto día de fiesta. Hubo feeling, te dice, me pareció una persona superinteresante que insistió mucho en lo bonita que era mi ropa, en invitarme a una copa y en bailar. ¡Lo pasamos genial! Y al final de la noche (independientemente de que hubiera sexo o no) me pidió su teléfono pero es que AÚN NO ME HA LLAMADO.

Que una persona cercana a ti te diga que un desconocido no la ha llamado después de una noche de fiesta puede significar que el desconocido en cuestión sólo quería a tu amigo o amiga para una noche o que no tiene saldo o que con el frío invierno se le ha congelado el móvil en medio de un glacial. No sé vosotros, pero yo considero que existe la posibilidad de que el desconocido en cuestión no esté nada interesado en nuestro amigo o amiga. ¿Y eso qué quiere decir? Que deberíamos decírselo porque la única persona que no lo sabe es esa persona en cuestión. Yo nunca lo digo (en realidad sí lo digo, pero sólo se lo digo a I, donde hay confianza... jaja). Y creo que es una cosa fundamental que habría que decir:

- Oye, ¿sabes el de la otra noche? Aún no me ha llamado y han pasado muchos días... No sé si le habrá pasado algo.
- No tiene por qué pasarle algo. Quizá no le interesas.

Amada sinceridad, ¿y vosotros? ¿Qué os pasa en esta situación? ¿Cómo reaccionáis? ¿Decís aquello que nunca decimos los pobres mortales? Lo dejo como reflexión antes de pasearme por el vecindario :)
Un saludo desde mi alcoba,
Carolina.

10 vecinos visitaron mi casa:

Anónimo dijo...

Yo, como tú, sólo suelo ser así de franca con la gente con quien tengo confianza. Pero tienes toda la razón, muchas veces creemos que no llaman porque ha pasado algo y, generalmente, es porque NO LES INTERESAMOS. Y nosotras también lo hacemos, ¿eh?

Me encaaanta tu blog, cada día que pasa más. Suerte en el curro :)

Jenn on 4 de febrero de 2010, 4:08 dijo...

Yo también suelo ser sincera, pero hay unas veces que cuesta más de lo imaginado. Tienes delante a una persona que te importa, y le vas a hacer daño ( pero más daño le harás si no se lo dices ).

Muy buena reflexión, suerte con ambos trabajos.
Te sigo, me gusta mucho tu blog. ¿Nos seguimos? :)

Un beso.

VELOSO on 4 de febrero de 2010, 5:42 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
VELOSO on 4 de febrero de 2010, 5:53 dijo...

MUITO BOM SEU BLOG APESAR DE VIZINHOS O IDIOMA AINDA ATRAPALHA,SUJIRO UMTRADUTOR NO SEU BLOG VALEU
DESCULPE A NOSSA FALHA

Eco on 4 de febrero de 2010, 6:03 dijo...

Yo a mis mejores amigas también procuro ponerles los pies sobre la tierra cuando veo que están demasiado en las nubes, siempre con delicadeza, haciendo contemplar la posibilidad de que malinterpretara los hechos. Aunque también puede ser que se le haya congelado el móvil, como dices tú. Es un tema delicadillo.

Un besazo, vecina :)

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
QuietBrown on 4 de febrero de 2010, 12:26 dijo...

¡Hola!

Interesante tu blog... ¡y curradísimo! Jo, ¿cómo sacas tiempo con tanto curro? =D
La sinceridad es una cosa peligrosa y sobrevalorada. Si es un amigo de verdad con el que hablas, sé sincera, pero si es una petarda/o, ni te molestes. Te ahorras traumas, en serio...

¡Un besote!

Esteban on 4 de febrero de 2010, 14:52 dijo...

Pues si es amigo/a si hay que intentar de abrirles los ojos. Un beso

ensalada Rusa on 4 de febrero de 2010, 17:50 dijo...

Creo que lo que intento hacer, en mi caso, es que mi amiga/o sea optimista, ahora si en un mes no llama, le diría que dejara de darse esperanzas jaja.
Me encanta tu blog y como le das uso a los dibujos! Jordi debería agradecerte por la propaganda que le haces (:

Miscelanea on 15 de mayo de 2010, 9:32 dijo...

jajajaj totalmente... ¿¿Pero esque no te da penilla quitarle con esas 4 palabras toda la ilusion?? Yo confienso que me cuesta muchisimo decirle eso a nadie, solo a mis amigos de mas confianza se lo diria...

 

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